ANA ALAS

Master en Bioquímica Clínica



Integrante de talleres literarios desde 1975



Publicaciones en solitario
POESIA: "Siempre conmigo...la poesia" (2010)
"Simplemente poesia", 2013)
PROSA: "Vengo... de un largo lagarto verde", 2009) y en Antologías ("Si yo tuviera alas", 2009; "Por el sendero", 2010)
"Carlos Alas del Casino y la guajira de salón (memorias)" (2014)



2do. premio en el Concurso Internacional "Antonio Smeraglia" (2009)



3cer. premio en el Concurso Internacional de composición GERMI 2010











jueves, 23 de junio de 2011

PIENSO EN TI

Pienso en ti
siempre pienso en ti;
aunque no quieras tú,
pese al mundo.
Fuente: ATNA
Pienso en ti
en mis noches vacías
como una obsesión,
pese a tu ausencia.


Pienso en ti
en nuestros momentos
dulces o amargos,
pese al presente.
Fuente: ATNA
Pienso en ti
ayer, hoy y siempre,
sólo en ti,
pese a estar muerta.



ANA ALAS Siempre conmigo la poesía. Julio, 2010
http://www.librosenred.com/libros/siempreconmigolapoesia.html









sábado, 18 de junio de 2011

jueves, 9 de junio de 2011

FABULA DE LA NIÑA Y SU BICICLETA

Fuente: Google
Erase una vez una niña con un sueño tan simple como pedalear y pedalear con una bicicleta  y que el viento le despeínara su largo pelo rubio.
Cierto día, este sueño se hizo realidad ya que al despertar esa mañana, tenía al lado de su cama una flamante bicicleta roja que sus padres le habían comprado por su cumpleaños.
Y la niña fué inmensamente feliz ese día, y el siguiente, y los meses que se sucedieron, vertiginosamente, uno detrás otro hasta que llegó aquella extraña mañana de aquel verano, en la que, mientras montaba su bicicleta, todo se coloreó de rojo, y luego, se oscureció…se oscureció... Y, la niña despertó en el hospital rodeada  de  los médicos y sus asistentes.
Estos hablaron y hablaron y hablaron horas acerca del incidente con un lenguaje que ni la niña ni sus padres comprendieron…Lo que si entendieron fueron las recomendaciones estrictas de montar la bicicleta sólo en las mañanas muy temprano ó en las tardes a la caída del Sol, y no más de media hora e hidratándose todo el tiempo aunque el diagnóstico era tan impreciso e inexplicable como el propio suceso.
Así, la niña sintió que la felicidad que le producía el pedalear desenfrenadamente por su ciudad natal se había desvanecido en un instante y, que ni siquiera podría explicar las razones de forma cohererente.
Pasaron algunos años, en los cuales, las extrañas fatigas continuaron cada vez con más frecuencia, pero, pese a estas, la niña continuaba montando su hermosa bicicleta roja  al amanecer y al atardecer.
Una de mañana, la niña sintió que su cuerpo estaba rígido,  casi inmóvil y que sus músculos eran como hierro frío…
No obstante, se acercó a su bicicleta, salió de su casa y se montó en ella, pedaleando unos metros hasta que como siempre, todo al derredor se tornó rojo primero, y negro después…y ella despertó en el hospital…
Fuente: Google

Sólo que ese día,  se encontró dentro de un cuerpo diferente: torpe, rígido, descoordinado,  adolorido e incapaz de detallar correctamente las imágenes a su alrededor…
Y lo más desconcertante fue que ni ella ni los médicos supieron que hacer ni con este extraño cuerpo ni con su flamante bicicleta roja…


ANA ALAS  Historias reales. (En Prensa). 2011