ANA ALAS

Master en Bioquímica Clínica



Integrante de talleres literarios desde 1975



Publicaciones en solitario
POESIA: "Siempre conmigo...la poesia" (2010)
"Simplemente poesia", 2013)
PROSA: "Vengo... de un largo lagarto verde", 2009) y en Antologías ("Si yo tuviera alas", 2009; "Por el sendero", 2010)
"Carlos Alas del Casino y la guajira de salón (memorias)" (2014)



2do. premio en el Concurso Internacional "Antonio Smeraglia" (2009)



3cer. premio en el Concurso Internacional de composición GERMI 2010











jueves, 18 de agosto de 2011

ENTRE EL ESPANTO Y LA TERNURA

Fuente: Google

Al encontrarse frente a la puerta de su casa y tomar las llaves de ésta en sus manos, todos los recuerdos se agolparon en su mente en sólo unos instantes…

Habían sido diez largos años de construir día a día una familia, diez largos años de cultivar sólo amor carnal, diez largos años de recibir desprecios y lamentos todo el día, así como sábanas frías en las noches. Era un período en su vida lleno de desamor, y para el cual, no tenía palabras para expresar.

Finalmente, estuvo frente a la puerta del departamento. Después de pensarlo, abrió la puerta. Adentro, todo era  polvo, desorden y muebles viejos y rotos… Las frías y sucias paredes podrían contar la historia, estaban húmedas y descoloridas como la familia que trató de fomentar. ¿Qué encierran las paredes de una casa sino la historia de aquellos que la han habitado…?

Fuente: Google
Se acercó lentamente a los cuartos y contempló la misma estampa de vacío y desolación, de muerte aún en vida…

Se preguntó entonces por qué había regresado. En realidad, sólo lo había hecho porque el abogado necesitaba que revisara la casa antes de iniciar las gestiones de su venta.

Pensó entonces, en cuando sus hijos eran pequeños y jugaba con ellos en el amplio salón, y en los poemas que le escribía a su esposa cada mañana y dejaba debajo del vaso con café cuando salía al trabajo, en las noches de lluvia en que dormía solo o en la noches de verano en las cuales trabajaba toda la noche sin descanso.

Repasó en su mente las escenas de amor y violencia vividas en aquella casa, y comprendió que su presente no tenía pasado y que el futuro era muy incierto…

Después de unos minutos absorto en estos pensamientos, revisó el sitio por última vez, abrió la puerta, salió al pasillo y al cerrar ésta, a sus espaldas, cerró diez años de su preciada juventud en los cuales había vivido entre el espanto y la ternura.


Fuente: ATNA

ANA ALAS Historias en blanco y negro. "Vengo...de un largo lagarto verde". Haifa. Julio, 2009




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